lunes, 29 de agosto de 2011

El juicio final


Todos los indicios lo estaban señalando, el fin del mundo estaba próximo, no le quedaba ninguna duda; la visita del papa, el hundimiento de la bolsa, la hambruna de Somalia, no quedaba más que prepararse para lo inevitable, todas las lacras del apocalipsis estaban llegando, solo faltaba el anticristo, seguramente ya estaría entre nosotros, sólo faltaba que se quitase la máscara y le dijera al mundo: aquí estoy.
El séptimo sello se debía haber roto, pues el telediario abrió con la noticia de varias aeronaves cayendo, con innumerables victimas a bordo. Grandes sequías afligían a numerosas partes del mundo, no era solo el cambio climático, algo malvado hacía que surgieran en los dos hemisferios, no importaba la estación en que surgieran, aparecían con todo su rigor, llevando consigo la desesperación.
Barnum los habría conseguido para su espectáculo de los horrores, allí estaban, en las páginas de relleno de los periódicos, pero nadie se daba cuenta de su importancia, cientos de engendros nacían cada día, ovejas de varias cabezas, serpientes de dimensiones espectaculares, niños nacidos del vientre de su madre con espantosas deformidades.
 Me podréis decir que esto viene sucediendo desde la noche de los tiempos ¿Seguro? Juntad todas estas señales ¿Es casualidad los vendavales que causaron víctimas en los conciertos de este verano? ¿Es casualidad que justo cuando el Papa iba a pronunciar su homilía, el mismo vendaval le hiciera callar y buscar refugio?
¿Son casuales los disturbios callejeros por todo el mundo? Hemos ofrecido a la juventud adorar a múltiples becerros de oro y ahora nuestro futuro está maldecido, nuestra estirpe no florecerá y por consiguiente no echará frutos.
¿Estáis preparados para el juicio final?